A lo largo de las noches, durante esos momentos en los que las máscaras que portamos en nuestras vigilias se desprenden como accesorios inútiles, soy yo, escucho con claridad la respiración que circula por mis pulmones y siento como mi sangre se renueva y alimenta mi corazón. Lo que soy, emerge desde los más profundos recovecos de mis ansias y frustraciones, y me permite esbozar sonrisas que me refrescan y calman, es entonces durante esos breves instantes que preceden a la reparadora huida, cuando comprendo entristecido la futilidad de las vidas malgastadas a causa de las cegueras. Me duermo con la esperanza de que el amanecer me depare silenciosos augurios de esperanza.
Hacia el olvido
Paco Albiac
Comments